Una
bocanada reflexiva
Por: Karina Torrealba
El
compartir continuamente conocimientos, puntos de vista y experiencias con
personas ajenas a la familia, con trabajos y profesiones distintas, sin lugar a
dudas, hace que cada jornada se transforme de lo rutinario a un aprendizaje rico
y extraordinario.
El estudiar y convivir con individuos desconocidos, se convierte desde la
primera sesión, en una introspectiva de pensamientos y sentimientos, y
precisamente el pensamiento crítico y la reflexión constante en el día a día,
se vuelve una necesidad real en nuestra cotidianidad.
El pensar antes de hablar, y el
hacer una reflexión de lo que puede pasar antes de hacer o accionar, se convierte en parte de cada movimiento y cada decisión. Y es que
definitivamente, hay que observar en lugar de ver, o, escuchar en vez de
simplemente oír, ya decía muy acertadamente un animado que se hizo famoso en
los años 90’s (Los Thundercats - Leono) “Espada del augurio, quiero ver más
allá de lo evidente” ojalá todos lo practicáramos y aplicáramos.
Por otra parte, también puedo decir
con convicción que la cultura forma parte del modelo social de cada país, sin
embargo, me doy cuenta que la raíz de cada cultura comienza con el comportamiento
de cada individuo, y para mantenerla, expongo mi propia reflexión: “La lectura
es una emergencia en la sociedad”.
En este sentido, considero que los
valores están en peligro de extinción, de la cortesía, por ejemplo, quedan
pocos especímenes, ya se hace hasta extraño recibir los buenos días, buenas
tardes, buenas noches, por favor y gracias (que incluso llegan a ser palabras
de poder), y si somos nosotros quienes saludamos, agradecemos o nos despedimos,
recibir reciprocidad es casi una sorpresa. Igualmente, si hablamos del respeto,
éste, ha cambiado hasta su estructura o manejo, bien decía el profesor, cito y
lo tomo como patrón: “ahora los hijos tienen la certeza de que son mejores que
los padres”… antes, eran los padres figura ejemplar para tomarlos como nuestros
modelos o incluso, ideales inalcanzables para los hijos, por ende, en los
tiempos de ahora, el respeto (al menos ese, de hijos a padres) no se aplica de
la misma forma.
Por otro lado, me queda claro que
los verdaderos líderes se forman con lectura, con mucha lectura, pero los mejores líderes siempre han sido mártires
de la historia universal, quienes han dado incluso su vida por el bienestar, cuidado y derechos
de los demás (al menos en mi criterio) menciono: El Papa Juan Pablo II (quien
llevó a todas las latitudes su mensaje de paz y dedicó su vida al amor, la
inclusión, la juventud, el diálogo entre religiones distintas, entre otras),
Martin Luther King (quien luchó hasta el final de su vida por los derechos
civiles de los negros, la igualdad y la paz), Mahatma “gran alma” Ghandi (líder
de la no-violencia), La Madre Teresa de Calcuta (rostro de amor, puro corazón y
vocación, estuvo siempre al servicio de los pobres, los NO amados y los más
necesitados), Lady Diana de Gales (princesa de las causas u obras benéficas y
de los niños con necesidades urgentes), entre muchos otros, con convicciones
totalmente distintas a las de los “líderes” que hoy ostentan el poder de sus
naciones.
Entonces: es momento de creer para crear, de no tener miedo de soñar, de ser líderes y precursores de nuestros propios valores y convertirnos en modelos de la sociedad, no olvidando que la lectura es fundamental para el desarrollo mental y sentimental, una bocanada reflexiva hace falta en mommentos de silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario