Introspectiva
Cultural
Por: Karina Torrealba
Es innegable que la cultura
es el ingrediente principal en cualquier sociedad, los ciudadanos somos en
individual y colectivo hacedores de cultura, pero, ¿Qué es cultura? Partiendo
de su concepto: “se designa con el término {cultura} a todo aquello que el
hombre ha ido creando en todos los campos de su actividad” (Dragnic, 2001),
pero éste, es solamente uno de los cientos de significados que se conocen,
porque, por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO) tiene registradas no menos de 350
definiciones.
Ahora bien, definitivamente, nuestra sociedad tiene una
creciente crisis cultural, ya que, no es desconocido el hecho de que día tras
día, escuchemos, veamos o leamos, miles de informaciones por distintos medios
(radio, televisión, prensa, redes sociales, internet, entre otras) sobre el
desastre que se vive en gran parte del planeta.
Es ya de conocimiento
colectivo, que muchos países pasan por problemas económicos, España es uno de
ellos, con la ya popular “Gran Recesión o Depresión Económica” que empezó en el
2008 y sigue latente en nuestros días, donde todo comenzó con 3 grandes
factores (la burbuja inmobiliaria: especulación con precios de inmuebles, la
crisis bancaria: quiebra de bancos, reducción de créditos y aumento de la deuda
del estado y por último, la tasa en aumento de desempleo) que se fueron
agravando hasta la actualidad.
Igualmente, algunas
naciones pasan por delicadas situaciones sociales, como por ejemplo Corea del
Norte y el régimen que lidera Kim Jong-un. Donde se podría resumir todo el
conflicto, en una sola frase: en territorio Norcoreano la lealtad es cuestión
de vida o muerte.
Otras partes del mundo
sufren por temas ecológicos, tal es el caso de México y su Distrito Federal, en
cual, respirar aire “puro” es tarea difícil, por no decir casi imposible, pues
la contaminación ya es más normal de lo normal.
Finalmente, en tierras como
la nuestra, atravesamos duros momentos en el ámbito político, al escribir estás líneas, a la fecha
y hora 12/02/2014 6:02pm se registran dos personas asesinadas, tras varias
marchas que se están generando por protestas contra el gobierno, a nivel
nacional.
En este orden de ideas, estos
son solo algunos, de los millones de casos que afectan duramente a nuestro
mundo, sin embargo, la respuesta y salida a cada uno de estos problemas siempre
es más sencilla de lo que la mayoría dice o piensa… NOSOTROS.
Y es que, indudablemente
debemos reflexionar sobre nuestro accionar. Debemos ser coherentes con el Ser y
el Hacer. En nuestro país, Venezuela, corre por un medio muy conocido una
campaña de concienciación, con una frase que resume todo: “Nada cambia, si tú
no cambias”. Y es que sin lugar a dudas,
a veces menos es más.
En este sentido, es
fundamental comenzar a actuar y seguir evolucionando para no formar parte de
una imparable involución, hacer una introspección sobre nuestro proceder, pues
en los pequeños detalles está la diferencia, por ejemplo: empezar a reciclar
cualquier material plástico, de vidrio o cartón, cuidar nuestros recursos
naturales, evitar ser factores contaminantes, hacer caso a las leyes o normas
de tránsito, en lugar de ser parte de la anarquía que reina en buena parte del
mundo, y ¡por favor! Ser cortés con cada palabra o movimiento en nuestras
vidas… al menos se puede intentar…
En consecuencia, ser un
líder NO es tener una gran boca, ser un líder es guiar a cada ciudadano
a actuar bajo una firme línea de valores positivos, ser un líder es ser
nombrado o recordado como un hombre o una mujer que hace o hizo en su tiempo el
bien para una sociedad.
Un buen líder es quien
piensa en la paz y el desarrollo de todos y no sólo en el propio, es aquel que
encuentra su felicidad siendo humilde y regalando sonrisas, es el que colabora
y construye, conoce su tierra, la valora y la recomienda, logra con poco lo que
a otros les falta teniendo mucho, es desprendido de lo material y goza de lo
emocional e intelectual. Ahora nos toca a cada uno, buscar el verdadero líder
que hay en nosotros.
En síntesis para crear,
desarrollar y preservar cada cultura, es necesario empezar por nosotros mismos,
de lo micro a lo macro, y hago énfasis, nuevamente en aquella frase que reza:
No existe culturización sin esfuerzo individual” (Schenker,1972). Si cada ser
humano trabajara desde el fondo, desde el propio ser, con raciocinio, con
corazón, se evitarían miles de problemas y se resolverían otros tantos. Recordando
por supuesto, que la educación es tarea indispensable en el desarrollo de
cualquier sociedad.